América Latina en 2019
Un complejo e incierto tablero geopolítico y económico se cierne hoy sobre América Latina. Lo primero que se divisa en el horizonte latinoamericano para 2019 es una avalancha de elecciones presidenciales. Se llevarán a cabo votaciones en Argentina, Bolivia, Uruguay, El Salvador, Guatemala y Panamá.
¿Y qué está en juego en cada uno de estos escenarios?
En el contexto argentino, lo que estará en juego, más allá de la supervivencia política de Mauricio Macri y su proyecto reeleccionista, es la estabilidad política y fiscal de la tercera economía (luego de Brasil y México) de la América Latina -hoy zarandeada nuevamente por altos índices de inflación, devaluación y fuga de capital.
Será interesante ver si, distinto a Raúl Alfonsín y de Fernando de la Rúa, quienes no pudieron concluir sus mandatos presidenciales, Macri logra capear la tormenta que se le ha venido encima, a pesar de la implosión del justicialismo y su pantano de corrupción.
El tablero de ajedrez que ofrece la Bolivia de Evo Morales, aunque distinto al argentino, es igual de interesante. Diferente a Argentina, en los últimos 13 años, Bolivia ha experimentado un crecimiento económico acelerado: su producto bruto nacional es hoy cinco veces mayor que en 2005.
El desafío para Evo será cómo legitimar su proyecto reeleccionista para un cuarto término presidencial de seis años que ya fue rechazado en un referéndum celebrado en febrero de 2016 y que, en contravención de la voluntad popular, fue reavivado por el Tribunal Constitucional de Bolivia, en noviembre de 2017.
En Uruguay restará por ver cómo el frente amplio de Tabaré y Mujica se reinventa al sol de nuevas complejidades internas y de un escenario financiero incierto, ante la fragilidad de la economía argentina (que podría resultar contagiosa).
En el caso de las tres elecciones centroamericanas, lo que está en juego es si los próximos gobiernos podrán hacerle frente al doble flagelo de la corrupción y la impunidad. Ahí la debacle política y moral por la que se han decantado no sólo los recientes gobiernos salvadoreños de los expresidentes Francisco Flores, Antonio Saca y Mauricio Funes, sino además de los corruptos gobiernos guatemaltecos de Otto Pérez Molina y Álvaro Colom y de su contraparte panameño Ricardo Martinelli.
¿Y qué de la economía latinoamericana en 2019?
Conforme las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, lo que se espera es un crecimiento moderado que oscilaría entre 1.9% y 2.6%. Y claro, en la medida que el Tesoro federal en Washington continúe subiendo las tasas de interés, y la Casa Blanca siga torpemente enfrascada en una guerra arancelaria con China que disminuya el apetito norteamericano para invertir en mercados emergentes como el latinoamericano, veremos cómo en lugar de crecer, la economía de las Américas se puede contraer.
¿Y qué de Cuba, Venezuela y Nicaragua?
El 24 de febrero, veremos cómo la población cubana ratifica la nueva constitución de la república, sin que ello necesariamente propenda en la transformación institucional que tanto necesita la mayor de las Antillas. El campo de batalla nicaragüense se intensificará de forma aguda en el próximo año y Venezuela, desde luego, acaparará la atención del hemisferio cuando el 10 de enero Nicolás Maduro, de forma destemplada y marrullera, tome posesión de un nuevo periodo presidencial de seis años.
¿Moraleja?
El 2019 habrá de ser decisivo para el derrotero ideológico del continente. ¿Se extenderá la derecha más allá de Brasil, Colombia y Chile? ¿Regresará Argentina al redil de la izquierda? ¿Cumplirá López Obrador con México? ¿Pasará Uruguay al bando derechista? ¿Sobrevivirá la autocracia nicaragüense? ¿Y qué del látigo bolivariano? ¿Y qué rol jugarán Trump, Putin y Jinping en todo ello? ¿Y Bolsonaro? Pronto sabremos.
Sobre estos temas conversé en Miami con el periodista mexicano Fernando del Rincón, en una edición especial del programa “Conclusiones”, que se difundirá el 1 de enero por la cadena CNN en Español.